ENSERES PROCESIONALES

            Las brillantes gestiones realizadas por los cofrades fundadores durante 1.946 permitieron que la Cofradía, en su primera participación procesional durante la Semana Santa de 1.947 lo hiciera con todos los enseres de su propiedad.

            La Cruz Guía, tallada en madera es obra del autor del grupo escultórico Carmelo Vicent quien la obsequió a la Cofradía. Los dos Faroles que junto a la Cruz abren el cortejo procesional se realizaron en el taller de D. Rafael Blasco de Elche; mientras que los cristales con los símbolos pasionales fueron pintados por el vocal artístico y cofrade José Muñoz Molina. En 1.996, estos faroles fueron restaurados por el orfebre crevillentino D. Enrique Ruiz.

    

            Los cofrades que tuvieron el honor de ser los portadores de estos enseres fueron Manuel Serna García (Cruz) y Antonio Candela Sempere y Manuel Mas Sala los faroles. Después de Cincuenta años, los hijos de estos cofrades son quienes continúan portando la Cruz Guía y los faroles.

            Los timbales con los que la Cofradía formó su banda de acompañamiento se adquirieron en Madrid a la productora de cine de Samuel Bronston; siendo el encargado de formar la banda el cofrade Fausto Maciá Carreres.

            Las "Vestas" o hábitos de los cofrades fueron confeccionados en Crevillente por la modista conocida por "Dolores la peretes" y consistía en túnica blanca con botonadura azul marino, cordón jaspeado en azul y blanco, rematado con borlas adquirido en el popular comercio "La Japonesa" de Alicante; sandalias azul marino compradas a D. Rafael Lledó Carreres de Elche, capirote blanco con la Cruz y Escalera en el pecho y capa de terciopelo azul marino con el escudo de la cofradía que fue dibujado por José Muñoz Molina y bordado por D. Tomás Valcarcel Deza.

            En 1.987, debido a la incorporación de la tercera generación de cofrades, se adquirieron a la firma de Adolfo García de Valencia unos incensarios y navetas, formando con los más pequeños cofrades un grupo de monaguillos que preceden al grupo escultórico del Stmo. Cristo del Descendimiento.

            Ese mismo año, la cofradía reformó la vesta aplicando un diseño de Loli Ferrández en el que se sustituye el cordón por un fajín de terciopelo azul marino y la túnica cambia por una de corte más actual sin botonadura; confeccionándose con cargo a la cofradía un centenar de ellas.

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