ORÍGENES DE LA COFRADÍA
Concluida la Semana Santa de 1.946, un grupo de crevillentinos amantes de las Celebraciones Pasionarias de la localidad, y que venían participando integrados en la Centuria de Armados llamada del "Tio Vicente" o los "Xixona", decidieron enriquecer las procesiones incorporando a las mismas la secuencia del Descendimiento de la Cruz; para ello, tras recibir varios proyectos, confirmaron el encargo al entonces Director de la Academia de Bellas Artes San Carlos de Valencia D. Carmelo Vicent Suria.
Al igual que sucediera con las primitivas cofradías, se puede decir que la cofradía del Stmo. Cristo del Descendimiento es una cofradía gremial, puesto que el gremio de los transportistas se vinculó por completo, contando entre sus cofrades fundadores con la mayoría de los transportistas de la población; mención especial merece D. Demetrio García Candela quien voluntariamente se brindó a viajar hasta Valencia, con una camión prestado para traer el grupo escultórico a Crevillente.
El fútbol también tuvo una cierta vinculación con la Cofradía debido a que los directivos del equipo crevillentino eran cofrades fundadores del Descendimiento y no permitieron que el jugador local Jerónimo Maciá Coves firmase contrato con el Elche C.F., para ello, pagaron una "ficha" consistente en "Un título de propiedad del Paso" valorado en 500 Ptas., la "Vesta" completa de la cofradía, y la "Cuota de cofrade" gratis el primer año. Con este contrato, el jugador continuó defendiendo los colores del equipo de su ciudad natal.
Otra faceta que estuvo vinculada con la cofradía en sus orígenes fue el mundo del cine; por mediación del cineasta crevillentino D. Vicente Sempere se adquirieron los timbales a la productora de Samuel Bronstons; con la particularidad que esos timbales intervinieron en la famosa película "La caída del Imperio romano". Al frente de la banda de timbales la cofradía puso al cofrade Fausto Maciá Carreres.
A lo largo de los años, la cofradía ha ido incrementando el número de cofrades con la peculiaridad que las familias que la fundaron, siguen perteneciendo a la misma, incorporándose la tercera generación entre los 180 cofrades censados en 1.999